Hay días en los que es mejor no levantarse de la cama. Me lo dijeron por la mañana y me quedé helado. Llevo desde entonces pensando mucho en ello, en él.
Se nos fue, se fue.
Toda la vida en la otra puerta. Cuantas veces nos habremos cruzado, saludado, visto cuando tocaba a la puerta de su casa. Todavía no me hago a la idea. Era un gran hombre.
Contó conmigo cuando salió el proyecto de hacer un libro conmemorativo de los 20 años del barrio. Recuerdo cuando me decía que tenía por ahi en algún lado el trofeo de un partido de futbito que hicimos un año para las fiestas cuando él era el encargado del pabellón.
Me han confirmado en el ayuntamiento lo del concierto de Calamaro. No te preocupes, no hace falta que compres entrada...
Hubiera entrado inclusive a camerinos a ver a Andrés, y hubiera sido gracias a él. Al final se canceló el concierto.
Cuando pasó lo de mi abuelo Luis estuve viviendo en su casa unos días. Con Victor hablabamos de héroes y de malechores. Con Victor hemos ido juntos a la playa, parques acuaticos, al cine, de marcha, hemos hecho pachangas juntos, hemos grabado canciones, ido al aeropuerto a ver a futbolistas, nos hemos hecho un millón de fotos...
Se va un vecino, el padre de un amigo, un camarada de toda la vida.
Siempre le envidié su look, su pelo y su barba, su saber y su saber estar.
Todavía no me hago a la idea...
No va a volver por estas líneas pero ahi van.
Se le podría hacer algún homenaje, no sé, ponerle su nombre a su calle, nuestra calle o al pabelló que él coordinó...
Hasta siempre Manolo
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